☕ Pócima Caliente "Abrazo del Inframundo"

(Ideal para mojar bizcochos, galletas, magdalenas, o tu conciencia si te queda algo de ella)

400 ml de leche entera (la más cremosita que tengas, nada de leches tristes)
1 cucharadita de cacao puro en polvo (negro como tu historial de búsquedas)
1 cucharadita de café instantáneo (el alma del desayuno eterno)
2 onzas de chocolate negro (mínimo 70%, que sea pecado en tableta)
1 ramita de canela (opcional, pero le da ese toque de "abuela del averno")
1 pizca de nuez moscada (lo justo para no invocar a la Santa Inquisición)
1 chorrito de licor de avellana o brandy (15-20 ml por cabeza si quieres fuego real 🔥)
Azúcar o miel al gusto (los diablos dulces también tienen derecho)
Nata montada y ralladura de naranja o chocolate para decorar (nivel chef fantasma pro)

Invoca el fuego sagrado:
En un cazo, pon a calentar la leche a fuego medio. Añade el cacao, el café, la canela y la nuez moscada. Remueve sin parar como si tu vida (postmortal) dependiera de ello.
Lanza el hechizo oscuro:
Añade el chocolate negro troceado y deja que se derrita lentamente mientras sigues removiendo. Si decides usar alcohol, este es el momento de invocar el licor. Hazlo con respeto. Y con estilo.
Endulza el alma (si queda algo que salvar):
Prueba y endulza al gusto con azúcar o miel. Un buen chef del más allá no teme al azúcar.
Sirve con elegancia del cementerio de lujo:
Vierte en dos tazas generosas. Corona con nata montada y espolvorea ralladura de naranja o virutas de chocolate. Siéntete libre de añadir una galletita diabólica al borde.

Opción sí: Brandy o licor de avellana (resucita hasta a un lunes)
Opción no: Sigue siendo puro elixir, perfecto para zombis menores de edad o arrepentidos.