🥣 Sopa castellana “resucita-caminantes”
Ideal para noches frías, cuerpos agotados y almas en pena con hambre.
Hay recetas que calientan el cuerpo, y otras que calientan hasta el espíritu. Esta sopa castellana “resucita-caminantes” es como un conjuro medieval contra el frío, el hambre y las malas decisiones. Con ajo, pan duro y un par de huevos, levanta a cualquiera de entre los caídos del sofá.
🥖 Ingredientes (para 2 zombis con frío):
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150 g de pan duro (¡el viejo es el mejor!)
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4 dientes de ajo
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100 g de jamón serrano o panceta (si hay, si no, se improvisa)
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1 cucharadita de pimentón (dulce o picante)
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2 huevos
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1 litro de agua o caldo (mejor si es casero, pero no nos pongamos finos)
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Aceite de oliva
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Sal al gusto
🔥 Preparación paso a paso:
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Corta el pan en rebanadas finas o trozos pequeños. No hace falta regla, esto es cocina rural.
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Pela y lamina los ajos. Fríelos en aceite en una olla hasta que bailen.
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Añade el jamón o panceta y deja que suelten lo mejor de sí mismos.
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Incorpora el pimentón (ojo, fuera del fuego para que no se queme) y acto seguido el agua o caldo.
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Cuando hierva, añade el pan duro. Baja el fuego y deja que se empape y deshaga como tus penas.
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Justo al final, casca los huevos dentro de la sopa, sin remover, para que cuajen enteros. O remuévelos si prefieres sopa con huevo hilado. A gusto del consumidor resucitado.
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Prueba de sal, sirve bien caliente… y que vuelva la vida.
🕒 Tiempo total:
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Preparación: 10 minutos
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Cocinado: 20 minutos
Total: 30 minutos (más rápida que un café y más efectiva que una manta)
La sopa castellana no es un plato: es una solución vital. Caliente, sencilla, y llena de sabor. Si no te levantas después de esto… es que necesitas dos platos.
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